Si las
puertas de la percepción se limpiaran, todo
aparecería
a los hombres como realmente es: infinito.
Pues el
hombre está confinado en sí mismo hasta ver
todas las
cosas a través de las estrechas rendijas de
su caverna.
William
Blake
Hace unos
años hice uso del peyote durante una ceremonia de la Native American Church. De esa forma hice caso a lo que aconsejó
A. Huxley de “tomarse
ocasionalmente unas vacaciones de la cotidianeidad”. El Peiotl o péyotl era el
nombre de este cactos en la lengua Náhuatl, idioma de los Mexicas (o Aztecas,
como se los conoce hoy en día; los Chichimecas eran sus antepasados).
Existen
muchos indicios de que los Aztecas (que vivían en el valle de México, donde hoy
se levanta la moderna capital) y otros grupos indígenas que vivían al norte de
México veneraban el cactos y lo usaban como accesorio de sus ceremonias
religiosas. Este prologo es para explicar las circunstancias deuna visión que
tuve y que me hizo reflexionar sobre el origen del estilo artístico de este
pueblo y que se puede ver en las estelas de piedra y en los restos de códices mexicas
o aztecas.
Los Códices
Aztecas son libros escritos en el periodo pre-Colombino y durante la época
colonial, que proporcionan las mejores fuentes primarias sobre su cultura. Unos aspectos que convendría atender sobre las circunstancias o condiciones particulares
que intervienen en la configuración de un "estilo artístico". Así
como el uso de tinta y pincel determina el estilo caligráfico chino y el de
tablillas de cera el estilo de la caligrafía romana, mi hipótesis es que el
estilo azteca y maya sigan el estilo que dependa del uso ritual del tambor de
agua.
Esta observación se debe a los
signos y figuras que observé, en una ocasión, sobre el tejido de
cuero sin curtir, de un tambor ceremonial de agua, figuras que se iban
componiendo sobre la superficie húmeda, que siendo golpeadas por el palillo, dejaban un círculo seco con un cerco bien marcado
por el agua trasegada. Me quedé absorto y sorprendido al
observar que las mutantes imágenes que se
desarrollaban sobre el tejido animal, fueran similares formalmente a los
petroglifos de las estelas olmecas y zapotecas, pudiendo muy bien ser el origen
del que tomaron forma. El tambor de agua, es una representación simbólica de la
“Madre Tierra”, que como matriz cósmica, da nacimiento a los seres a ser tocada
por el sonoro “Padre Cielo”.
El peyote
ya se debió conocer en la Prehistoria, pues se han hallado restos de la planta
y objetos relacionados con el culto (raspadores, cánulas con incienso, un
sonajero), en un conjunto de cuevas de la región de confluencia del Río Grande
con el Pecos, datadas en torno a los 5.000 años a.C.
Fray Bernardino de Sahagún,
fino y preciso observador, lo menciona en su “Historia general de las cosas de
la Nueva España”, donde dice: “…se
llama peyotl, es blanca, hácese hacia la parte del Norte, los que la comen o
beben ven visiones espantosas o irrisibles; dura esta borrachera dos o tres
días y después se quita”.
Fray Bernardino de
Los huicholes de México, preservaron sus costumbres y así se
puede estudiar su culto en condiciones únicas, aunque son reservados al
respecto, como cualquier creyente de cualquier religión, si se desconfía del
extraño. Un periodista preguntó a un chamán huichol por la “droga ”, en
presencia de Peter
Furst,
quien refiere la anécdota, y fue respondido con gran indignación por el chamán,
que le dijo: “la aspirina es una droga, el peyote es sagrado”, no todo es relativo.
Una vez al
año, los voluntarios emprenden un viaje de varios días a La Mojonera, en
Altamira, Estado de Tamaulipas, a unos 400 Km. de distancia de su territorio,
para obtener la provisión anual de peyote, conducidos por un chamán, que, para
acceder a esa dignidad, ha debido hacer el viaje al menos cinco veces.
Es
interesante el hecho de que los huicholes y otras etnias suelen representar los
motivos de sus alucinaciones como decoración de tejidos y objetos diversos, tal
como propuso Lewis-Wiliams como explicación de los temas que aparecen en las
pinturas del Paleolítico.
Hacia 1870
el culto se propagó por las praderas de los Estados Unidos llevado por los
apaches mescaleros, tras una incursión a México, con motivo de las guerras
indias. Ellos enseñaron el culto a los kiowas y comanches, entre los que se
originó la creencia de que “Dios había depositado algunos de sus poderes en el
peyote y que Jesucristo entregó la planta a los indios en época de penuria” ,
según cita John Cashman. En 1876 el culto
había
llegado a Canadá. En 1918 se fundó, por líderes de estas y otras tribus, la
Native American Church, que se ha
extendido hasta Canadá.
tienes en venta?
ResponderEliminarHola que tal!! Tu vendes el instrumento??
ResponderEliminarMuero por tener u o acá donde vivo no ya me podrías direccional donde
ResponderEliminarHola tienes a la vents
ResponderEliminarHola qué tal, me gustaría adquirir un tambor ¿De que manera te puedo contactar?
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