Santos Cefalóforos
Los Santos conocidos como los Cefalóforos, (en griego: los portadores de cabezas) aquellos santos representados sin cabeza como muestra de su santidad.
Comenzaremos con San Dionisio de París, fue el primer obispo de París. Sus intentos de evangelización terminaron en el año 272 cuando fue decapitado durante la persecución de Aureliano. Según la creencia, apoyada por textos antiguos, tras ser decapitado Dionisio se levantó con su cabeza entre las manos y atravesó Montmartre, hasta que finalmente le dio su cabeza a una noble joven, tras lo cual se desplomó, ahí se erigió la basílica en su honor.
A este santo se le representó varias veces con su cabeza en la y también con dos cabezas: una normal, sobre el cuello y la otra en las manos. Pero no fue el único santo que lo hizo, San Lamberto, un mártir originario de Zaragoza, España que durante la dominación musulmana fue decapitado tras lo cual también cogió su cabeza y caminó, siguiendo a sus bueyes, hasta caer muerto junto a los demás mártires de Zaragoza. Su cuerpo sin cabeza aun yace en el templo levantado en su nombre.
Lamberto era un labrador. Su amo, no aclara bien el relato tradicional si romano o musulmán. Conminado a abjurar del cristianismo, no quiso hacerlo y lo pagó con su vida. Esto nos cuenta la creencia piadosa, recogida por escrito no antes del siglo XV.
El martirologio romano lo conmemora el 16 de abril; el calendario litúrgico local, el 19 de junio. Su devoción creció mucho cuando el consejero de Carlos I, cardenal Adriano de Utrecht, recibió en España la noticia de haber sido elegido papa. Era el año de 1522. Adriano VI llega a Zaragoza. Conoce la existencia del mártir zaragozano. Tiene muy especial devoción por otro Lamberto, que es patrono de Utrecht, su ciudad natal, y pide visitar la tumba. La ciudad le regala una reliquia del cráneo, en artístico estuche de plata, para que la lleve a Roma con él. Agradecido, el nuevo pontífice da su venia a la fundación de un convento dedicado al mártir labrador, en cuyo lugar está ahora el cuartel militar de este nombre. Y don Hernando de Aragón, el arzobispo mecenas, dará diez mil ducados de oro para que, en efecto, se construya.Las acciones francesas de agosto de 1808 causaron grave daño en las reliquias lambertinas, parte de las cuales se han salvado. Patrono de los labradores aragoneses, fue impresionantemente recreado por Goya en sus frescos de la «Regina Martyrum».
San Lamberto, en la Iglesia de Santa Engracia. Zaragoza España.
Santos cristianos Cefalóforos hay algunos más, como San Vitores, Santa Quiteria o el grupo compuesto por San Félix, Santa Regúla y san Exúperancio, mártires españoles decapitados y arrojados a un barranco. Las decapitaciones eran comunes durante los primeros siglos del cristianismo, pues la pena capital en la antigua Roma era esa: cortarles la cabeza con un hacha.
Santa Quiteria.
Los santos sostenedores de cabeza son pocos, prácticamente ninguno de los santos decapitados aparece sosteniendo su cabeza en las imágenes, sólo aquellos que tras ser decapitados hicieron algo sorprendente como caminar o sostener con las manos su testa desprendida.
Estas imágenes iconográficas de Santos Cefalóforos, quizás representen la idea de que realmente su cabeza es la de Jesús. Ellos pierden su cabeza solo para adquirir una más bella y poderosa, la de Cristo Jesús. De alguna manera , así ellos pertenecen a su Cuerpo Místico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario