Hehaka Sapa, que en lengua sioux
quiere decir Alce Negro, accedió a transmitir oralmente algunos de sus
conocimientos ancestrales. las tradiciones de su pueblo, sus creencias y un
buen número de rituales sagrados sioux a John Neihardt y Joseph Epes Brown que los recogieron y
los publicaron. Quizás el más característico sea el rito del Calumet o Pipa Sagrada.
La pipa ritual de los indios norteamericanos,
de alguna manera representa el cuerpo humano. Es también un curioso equivalente
del horno alquímico o atanor. Aunque es menos una representación del cuerpo que
una especie de esquema de las fuerzas y procesos vitales que unen el cuerpo con
el mundo psíquico y con todo el cosmos. Para los indios, el fuego que arde en
el «horno» de la pipa sagrada procede del sol. Pero la «materia» que consume y
convierte en humo procede de todas partes, de los seres y de las cosas: antes
de llenar la pipa, el sacerdote indio esparce el tabaco entre las partes de un
esquema geométrico del Universo, una especie de rosa de los vientos, y luego
mientras va invocando a los diversos poderes cósmicos que representa cada una
de aquellas partes, recoge el tabaco y lo mete en la pipa, para que así, con la
ofrenda del humo, todo el mundo y, con él, el alma entera del hombre, sean
transformados.
Pintura de Vicente Pascual Rodrigo
El fuego de la pipa sagrada se aviva con el aliento; el tubo de la pipa significa la espina dorsal del hombre o, más exactamente, el conducto espiritual por el que penetra el espíritu de vida.
Pintura de Vicente Pascual Rodrigo
El fuego de la pipa sagrada se aviva con el aliento; el tubo de la pipa significa la espina dorsal del hombre o, más exactamente, el conducto espiritual por el que penetra el espíritu de vida.
Pintura de Fritjof Schuon
La pipa sagrada de los indios viene a ser el modelo y la prenda de la suprema dignidad del hombre, de su facultad de reconciliar Cielo y Tierra. Es costumbre que la cazoleta de piedra de catlinita sea conectada al tubo y mango de madera de cedro solo en el momento de fumar. Los dos elementos piedra y madera se mantienen separados, como hombre y mujer, y solo en disposición de fumar se engarzan.
La pipa sagrada de los indios viene a ser el modelo y la prenda de la suprema dignidad del hombre, de su facultad de reconciliar Cielo y Tierra. Es costumbre que la cazoleta de piedra de catlinita sea conectada al tubo y mango de madera de cedro solo en el momento de fumar. Los dos elementos piedra y madera se mantienen separados, como hombre y mujer, y solo en disposición de fumar se engarzan.
Así comienzan las enseñanzas de Alce Negro:
Muchos inviernos han pasado desde que esto
sucedió: dos lakotas habían salido de caza y se apostaron sobre una colina; en
el instante mismo en el que el sol se levantaba vieron a lo lejos algo que
avanzaba hacia ellos de un modo extraño y maravilloso. Cuando esta cosa se hubo
acercado, se dieron cuenta de que era una mujer muy bella, vestida con blancas
pieles de venado y llevando una bolsa con flecos. Entonces, uno de los dos
hombres tuvo pensamientos impuros y se lo dijo a su amigo; pero éste le conminó
a olvidar tales pensamientos, pues seguramente se trataba de una mujer wakan,
una mujer sagrada.
La mujer se acercó, y después de dejar su bolsa, le rogó al
hombre de las intenciones impuras que la siguiera. Cuando el joven se acercó a
la mujer misteriosa, una gran nube los envolvió y cuando ésta se disipó, la
mujer estaba allí de pie y en el suelo yacía el hombre, reducido a esqueleto
mientras unas serpientes le roían. Entonces, la mujer le dijo al hombre puro: “¡Considera
lo que has visto! Vengo a tu pueblo porque deseo hablar con tu jefe
Cuerno-Hueco-de-Pie. Regresa a su lado y dile que prepare una tienda espaciosa
en la que reunirá a todo su pueblo y preparará mi llegada. Quiero decirles algo
muy importante".
El joven volvió a la tienda de su jefe y le narró
todo lo que había sucedido, que esta mujer misteriosa venía a visitarlos y que
se debía preparar su recepción. En aquella época el jefe
Cuerno-Hueco-de-Pie disponía de muchas tiendas desmontadas y con todas ellas
levantó una muy grande, como le había pedido la mujer. Además, envió a un
pregonero para advertir a la gente que debían vestir sus mejores trajes de
venado y reunirse sin tardanza en la tienda. Todos estaban muy intrigados aguardando
la llegada de la mujer celeste, y cada uno se preguntaba acerca de lo querría
confiarles.
Muy pronto los jóvenes que vigilaban la llegada
de la desconocida anunciaron que la veían, acercándose hacia ellos con gracia y
dignidad; la mujer misteriosa entró en la tienda, y giró en el sentido de la
puesta del sol, luego se detuvo delante de Cuerno-Hueco-de-Pie. Se despojó de
su bolsa y, sosteniéndola con sus dos manos, le dijo al jefe: “¡Contempla esto
y ámalo siempre! Es una cosa muy sagrada y debéis considerarla como tal. Jamás
un hombre impuro podrá verla, ya que esta bolsa contiene una Pipa sagrada. Con
ella, en los inviernos futuros enviaréis vuestra voz a Wakan-Tanka, vuestro
Abuelo y Padre”.
Habiendo dicho esto, la mujer celeste sacó de su
bolsa un calumet, como una pequeña piedra redonda que depositó en el suelo.
Dirigiendo el cañón de la pipa hacia el cielo, dijo: pues la Tierra es vuestra
Abuela y Madre, y es sagrada. Cada paso dado sobre ella debería ser como una
plegaria. La cazoleta de esta pipa es de piedra roja; representa a la Tierra.
El joven bisonte que está grabado en la piedra, y que mira hacia el centro,
representa a los cuadrúpedos que viven sobre vuestra Madre. El cañón de la pipa
es de madera, y representa todo aquello que crece sobre la Tierra. Las doce
plumas que cuelgan allí donde el cañón penetra en la cazoleta, son el Águila
Moteada, y representan a todos los seres alados del aire. Estos pueblos, y
todas las cosas del Universo están unidos a ti que fumas la pipa; todos envían
sus voces al Gran Espíritu. Cuando oráis con esta pipa oráis para y con todas
las cosas”.
La mujer celeste tocó entonces con el extremo de
la Pipa la piedra redonda puesta en el suelo, y dijo: “Con esta Pipa estaréis
unidos a todos vuestros antepasados: vuestro Abuelo y Padre y vuestra Abuela y
madres. Vuestro Padre, Wakan-Tanka, el Gran Espíritu, os hace el don de esta
piedra redonda que está hecho con la misma piedra roja de la cazoleta de la
Pipa. Es la Tierra, vuestra Abuela y Madre, y es el lugar donde viviréis y
creceréis. Es roja, y los hombres que viven en ella son rojos y el Gran espíritu
os ha dado también un día rojo y un camino rojo. Son venerables no lo olvidéis.
Cada aurora que llega es un acontecimiento sagrado, pues la luz viene de
vuestro Padre; y debéis acordaros de que los hombres y los demás seres que están
en esta Tierra son sagrados.
Desde ahora la Pipa de los misterios estará en
la Tierra roja, los hombres tomarán la Pipa y enviarán sus voces al Gran Espíritu.
Estos siete círculos que ves en la piedra significan los siete ritos según los
cuales se utilizará la pipa. El primero representa el rito que voy a
transmitiros y los otros os serán revelados a su debido tiempo. Cuerno Hueco de
Pie se bueno respecto a estos dones y para con tu pueblo, pues son sagrados.
Con esta Pipa habrá prosperidad y todo vendrá hacia el hombre. Desde lo alto el
Gran Espíritu os ha dado esta Pipa para que podáis obtener el conocimiento. ¡Estad
agradecidos por este gran don! Ahora, antes de irme deseo instruirte sobre el
primer rito con el que tu pueblo utilizará esta Pipa.
Que sea sagrado el día en el que uno de los
tuyos muera. Deberás guardar su alma como te explicaré, pues fortalecerá
tu abnegación y amor hacia tu prójimo. Mientras uno de los vuestros permanezca
con su alma junto a tu pueblo estaréis en condiciones de enviar vuestra vos al
gran Espíritu a través de ella.
Que sea igualmente sagrado el día en el que el
alma se libere y regrese a su morada, que es Wakan-Tanka, pues aquel día cuatro
mujeres serán santificadas y con el tiempo traerán hijos que caminarán por el
sendero de la vida según el misterio, dando ejemplo a tu pueblo.
Mírame, pues yo soy lo que llevarán a su boca y,
gracias a esto, se convertirán en santos.
El hombre que guarda el alma de alguien debe ser
virtuoso y puro, y debe servirse de la pipa para que todos, junto con el alma,
envíen sus voces al Gran Espíritu. El fruto de vuestra Madre, la Tierra, y el
fruto de todo lo que lleva serán así benditos, y tu pueblo marchará entonces
según el misterio, por el camino de la vida. No olvidéis que el Gran Espíritu
nos ha dado siete días para enviarle vuestra voz. Mientras os acordéis de esto
viviréis. El resto os será revelado por el Gran Espíritu”.
Entonces la mujer celeste se adelantó para salir
de la tienda, pero volviéndose de nuevo hacia Cuerno-Hueco-de-Pie, dijo: “¡Mira
esta pipa! Acuérdate de cuán venerable es, y trátala en consecuencia, pues ella
te guiará hasta tu meta. En mi hay cuatro edades. Ahora me voy pero velaré por
tu pueblo durante cada una de estas edades y al final regresaré”.
Después de dar la vuelta a la tienda siguiendo
el movimiento del sol, la mujer misteriosa salió; pero a una corta distancia,
se volvió hacia el pueblo y se sentó. Cuando se levantó, los hombres vieron con
sorpresa que se había transformado en un joven bisonte rojo y castaño. Entonces
el joven bisonte, después de alejarse otro poco, se tendió y se revolcó y miró
hacia el pueblo; y cuando se levantó de nuevo era un bisonte blanco. Se alejó y
se revolcó de nuevo en el suelo y se convirtió en un bisonte negro, que volvió
a alejarse, se inclinó hacia cada una de las cuatro regiones del universo y
desapareció tras una colina.
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