sábado, 21 de diciembre de 2013

TRADICION Y PROGRESO


LA IMPOSIBLE CONVERGENCIA ENTRE TRADICION Y PROGRESO


  Según la unánime convicción de la  verdadera Cristiandad y de tradiciones fijadas a su origen, la causa del sufrimiento en el mundo es la falta de armonía interna del hombre, y no una simple falta de ciencia y de organización.
 

El Sol emplumado
El Sol emplumado

Ningún progreso o tiranía acabará con el sufrimiento; sólo la santidad de todos lo lograría, si fuese de hecho posible realizarla y transformar de este modo el mundo en una comunidad de contemplativos y en un nuevo paraíso terrenal. Ello no quiere decir, desde luego, que el hombre no deba, en conformidad con su naturaleza y el simple sentido común, intentar vencer los males que se presentan en su vida; para eso, no tiene necesidad de ninguna exhortación divina o humana. Pero intentar establecer cierto bienestar en un país con vistas a Dios es una cosa, y buscar realizar la felicidad perfecta en la tierra y al margen de Dios es otra. Este segundo objetivo está por lo demás condenado de antemano al fracaso, precisamente porque la eliminación durable de nuestras miserias depende de nuestra conformidad con el Equilibrio divino, o de nuestra fijación en el «reino de los Cielos que está dentro de vosotros». Mientras los hombres no hayan realizado la «interioridad» santificante, la supresión de las pruebas terrenales solo supondría un adormecimiento hipnotizante, de alguna manera el verdadero “opio de los pueblos”. Esta idea “milenarista” no sólo es imposible sino que ni siquiera es deseable; pues el hombre «exteriorizado» tiene necesidad de pruebas para expiar sus errores  y para escapar de la «exterioridad». Esto es como si a un enfermo le suministramos opio para que no sienta su dolor y que de esta manera se continue con el comportamiento que causara su enfermedad.

San Juan Bautista
San Juan Bautista

En una palabra, si se combaten las calamidades de este mundo fuera de la verdad total y del bien último, se crearán calamidades in­comparablemente mayores, comenzando, precisamente, por la negación de esta verdad y la confiscación de este bien: los que pretenden liberar al hombre de una «frustración» secular son de hecho los que le imponen la más radical y la más irreparable de las frustraciones.

San Jorge
San Jorge

La civitas Dei y el progresismo mundano no pueden, pues, converger, contrariamente a lo que se imaginan los que se esfuerzan por adaptar el mensaje religioso a las ilusiones y a las agitaciones profanas. «Quien no recoge conmigo, dispersa»: esta frase, como muchas otras, parece haberse
 vuelto letra muerta, porque sin duda no es de «nuestro tiempo». Y sin embargo, una encíclica reciente nos enseña que «la Iglesia debe escrutar los signos de los tiempos e interpretarlos a la luz del Evangelio». Entretanto, lo que se hace es matemáticamente lo inverso. Es decir intentar  adaptar la Iglesia a la luz de los tiempos. 

Santa Catalina
Santa Catalina

«Buscad primero el Reino de Dios y su justicia, y lo demás se os dará por añadidura»: esta sentencia es la clave misma del problema de nuestra condición terrenal, al igual que esas otras palabras que nos revelan que «el reino de los Cielos está dentro de vosotros». O también, para recordar otra enseñanza del Evangelio: el mal no será vencido más que por el «ayuno y la oración», o sea, por el desapego respecto al mundo, que es «el exterior», y por el apego al Cielo, que es «el interior».

Frithjof Schuon y R. Guenon
Frithjof Schuon y R. Guenon

P.D. Nota entresacada de la obra de Frithjof Schuon, La Transfiguración del Hombre.

domingo, 8 de diciembre de 2013

La duplicación del cuadrado y la inmortalidad

  El Pilar, que de alguna manera representa el eje de nuestra fe y esta entendida como Platón como una reminiscencia de un conocimiento que tenemos velado, me gustaría compararlo con la teoría platónica de la inmortalidad del alma. En la Basílica del Pilar hay indicios ornamentales que nos permiten establecer este paralelismo.  En el Menón, Sócrates plantea la teoría de la reminiscencia. El alma habitó en el Hades y contempló todas las verdades. Se trata de recordarlas. Y lo va a mostrar con una prueba. Es aquí donde se solicita al esclavo y se le hace venir. Es alguien que evidentemente no sabe matemáticas. Sócrates le hace decir la verdad que tenía "velada", y le pregunta acerca de como duplicar un cuadrado. La verdad es en griego  aletheia, que significa lo que es desvelado ( “A” partícula negativa y “Letheia”  olvido )
El planteamiento es el siguiente:
Sócrates (a Menón): Pon atención para ver que te parece lo que hace: Si recuerda o estáaprendiendo de mí.
Sócrates (al esclavo): ¿Conoces que una superficie cuadrada es una cosa así? - la dibuja-.
- ¿Puede ser mayor o menor?
- Sí.
- Acuerda que sea de dos pies de lado.
Sigue haciéndole preguntas en el sentido de definir el problema que le quiere plantear. En efecto, la superficie del cuadrado puede ser el doble, pero el esclavo cree que ello se obtiene con la duplicación del lado. Sócrates le muestra su error añadiendo al cuadrado A, J, L, K. Si duplicamos el lado lo que obtenemos es una superficie cuatro veces mayor.
 Le sigue rectificando, no, no puede ser de tres pies, pues sería así, etc. Hay un punto en el cual el esclavo cede; "¡Por Zeus! Sócrates, yo no lo sé". Llegados a este punto de suspensión, Sócrates se lo señala a Menón.
Sócrates: ¿Te das cuenta una vez más, Menón, en que punto se encuentra ya del camino de la reminiscencia? Porque al principio no sabía cual era la línea de la superficie de 8 pies, como tampoco lo sabe aún; sin embargo creía entonces saberlo y respondía con la seguridad propia del que sabe, considerando que no había problema, y como no sabe la respuesta, tampoco cree saberla.
Acto seguido, Sócrates hace retractarse a Menón de la acusación de embaucador que pesaba sobre él. "¿Crees acaso que él hubiera tratado de buscar y aprender esto que creía que sabía, pero ignoraba, antes de verse problematizado  y convencido de no saber, y de sentir el deseo de saber?".
Se dirige entonces al esclavo; "tenemos aquí una superficie de cuatro pies (A, B, C, D) -Sí. ¿Podemos añadirle otra igual? (D, C, N, L) -Sí".
  "¿No resultarán dos superficies iguales?
Sí".
Le hace ver que es el cuádruplo y que de lo que se trata es de conseguir el doble.
Sócrates: "Esta línea que va de ángulo a ángulo ¿no corta en dos a cada una de las superficies? -Sí".
Al fin construye la solución.
Y se dirige a Menón.
Sócrates: ¿Qué te parece Menón? ¿Ha contestado él con alguna opinión que no le sea propia?
Menón: No, son las suyas.
Sócrates hace concluir a Menón.
Sócrates: El que no sabe, por tanto, acerca de las cosas que no sabe, ¿Tiene opiniones verdaderas sobre eso que efectivamente no sabe?
Menón: Así parece.
Y continúa Sócrates:
Sócrates: Y estas opiniones que acaban de despertarse ahora en él, son como un sueño. Si uno lo siguiera interrogando sobre esas mismas cosas, y de maneras diferentes, ten la seguridad de que las acabará conociendo con exactitud, no menos que cualquier otro.
Le hace admitir que el esclavo no ha sido enseñado, sino que tenía ya estas opiniones verdaderas que tan sólo han sido "despertadas por la interrogación". De ello deduce Sócrates la inmortalidad del alma.



Cuadrado y su duplicación en varias figuras ornamentales del "Pilar"
Cuadrado y su duplicación en varias figuras ornamentales del "Pilar"
Secuencia que sigue Sócrates para demostrar como se duplica un cuadrado.
Secuencia que sigue Sócrates para demostrar como se duplica un cuadrado.

jueves, 5 de diciembre de 2013

La oreja y el filo de la navaja

 La Auriculoterapia es aquella ciencia  basada en la Medicina Tradicional China y en los fundamentos que diera Paul Nogier que se ocupa del diagnostico y tratamiento de enfermedades a través de la estimulación de puntos energéticos ubicados en el pabellón auricular.
 Se debe a que algunas zonas del organismo, representan como un holograma, la totalidad el cuerpo. A esta propiedad se le denomina “somatotopía”.. 


Parece que esta propiedad no era desconocida para Hieronymus Bosch. En  su pintura El Jardín de las Delicias”, el Bosco  nos insinúa un diablillo picando dos puntos. Algunos lo relacionan con la líbido, por estar relacionados con organos sexuales. La crítica parece coincidir en que el cuchillo unido a las dos orejas es un genital masculino.  De alguna manera podría estar en lo cierto porque además los puntos tocados están relacionados con puntos de organos sexuales como el útero y la prostata. En mi opinión la flecha en el punto shenmen (puerta de la ecuanimidad)  y a su vez la hoja del cuchillo como símbolo  del carácter  analítico y cortante de la audición,  además el punto del oido externo que pincha el diablillo con esa lanza negra, podría hacer reflexionar sobre la necesidad de cultivar ese sentido. 

Simbolismo de la fíbula



Las fíbulas clásicas son antiguos imperdibles que representan al universo en su esquema fundamental ya que las cosas y los acontecimientos tienen una tendencia natural y objetivamente observable a reunirse, en particular de dos en dos, lo firme y lo flexible.





La unidad principial se divide y se establecen los dos modelos.  
Al predominar la estructura binaria en su concepción, lo que representa una entidad en un nivel se convierte en un par de entidades en el nivel siguiente, y así sucesivamente.   Está sobreentendido que esta representación se ve a su vez superada en el «verdadero conocimiento» o unidad primordial de la cual proceden todas las cosas en virtud del principio estructurador. 



 En el orden intelectual, no vemos  más que una sola dualidad a considerar, la del sujeto conocedor y la del objeto conocido.
Uno de los aspectos más generales de la dualidad cósmica es la oposición de los dos principios que están representados en nuestro mundo por el espacio y el tiempo. En cada uno de los dos, la dualidad se traduce además de una manera más especial mediante una oposición que le corresponde: en el espacio, entre la concentración y la expansión; en el tiempo entre el pasado y el futuro.

 













Otros dos principios de que se trata son propiamente los dos polos entre los cuales se produce toda manifestación; son lo que podemos llamar "esencia" y "substancia", entendiendo estas palabras en sentido metafísico, es decir universal. Hay como un desdoblamiento o una polarización del ser mismo no "en sí", sino en relación a la manifestación, que sería inconcebible de otro modo; y la unidad del ser puro no está en absoluto afectada por esta primera distinción, como no lo estará por la multitud de las otras distinciones que se derivarán. No pretendemos mostrar como la multiplicidad puede estar contenida en principio en la unidad. Desde el punto de vista de la cosmología, esta no tiene que remontarse más allá de la primera dualidad. La cosmologíaa tradicional, no es de ninguna manera dualista desde el momento que deja subsistir la posibilidad de una unificación que la sobrepasa y que sólo se realiza en un orden superior. Esta concepción de la primera dualidad se encuentra en doctrinas que revisten las formas más diferentes: así, en China, es la dualidad de los principios Yang, masculino y Yin, femenino; en el Sânkhya de la India, es la de Purusha y Prakriti; para Aristóteles es la del acto puro y la potencia pura.



Estos dos principios complementarios tienen su expresión relativa en cada orden de existencia, y también en cada ser particular. Aquí en las fíbulas, podemos observar  esa manifestación de los dos principios de la manifestación universal, representada por el radio y el círculo, la recta y la curva, la firmeza y la flexibilidad, el alfa y la omega, el uno (1) y el cero (0).